Usuario invitado
1 de mayo de 2024
Tengo que reconocer que es un gran hotel, pero con algunas cosas que no son de recibo en un hotel de 4 estrellas. Empezaré por lo bueno. Instalaciones maravillosas, limpieza magnífica, comida abundante, variada y bien cocinada, personal encantador, agradable y simpático, con especial mención a Da. Virginia Vaca, Nani de comedor, Ana de comedor, José Manuel de comedor y todos y cada uno de los trabajadores del Bar Sabana por su simpatía y saber estar a pesar de la falta evidente de personal. Lo no tan bueno. No paga la pena reservar en Esencia, no tiene nada pero absolutamente nada de especial, el comedor exclusivo, con un bufet muy reducido, falta de personal, los pájaros picoteando el pan (se podía tapar para evitarlo), en la recepción exclusiva, habitualmente no había nadie (otra vez la falta evidente de personal). Desayunamos, comimos y cenamos siempre en el Food Market, y pudimos constatar que el apartado para clientes de Esencia no se respeta, no nos preocupa, se está de maravilla en el general, pero pagar para que nadie se fije o controle no es de recibo. Tampoco es de recibo y una falta de protocolo tremenda, que la bebida te la sirvan en mesa, desde una botella de vino ABIERTA, y luego de ponerte una copa se llevan la botella, con lo cual, tenías que molestar a los camareros, que ya bastante tienen con la falta evidente de personal. Volveré a éste hotel, pero desde luego, ni de casualidad a Esencia.