En una improvisada escapada a Ibiza hemos disfrutado de éste agradable hotel. Está situado en una zona familiar y tranquila, excepto los miércoles, que es cuando tiene lugar el Hippie Market en el recinto del hotel. Es un gran mercado, muy conocido en la isla, dónde puedes encontrar ropa, collares, arte, handmade... A un precio muy asequible. El hotel cuenta con un pàrquing abierto y gratuito, justo delante. La recepción esta abierta durante 24h con un personal agradable y servicial. Es un hotel que tiene protocolo de covid. Hay geles por todas partes y te recuerdan con carteles la obligatoriedad de uso de mascarillas. Todo y que te encuentras, sobretodo con extranjeros, que se lo pasan bastante por el forro... Creo que ahí sí que tendría que intervenir personal del hotel. En el bufet, al principio de nuestra estancia era el personal quien te servia la comida, pero, imagino que debido al volumen de gente se veían desbordados y pasaron a servir solo la parte no cocinada de la comida. Eso sí, poniendo a disposición de los clientes guantes desechables y gel... Cosa que, cómo suele pasar, no todos cogían. La comida del bufet tenia días mejores y otros no tanto... Poca variedad, pero se ve claro que es por la situación que estamos viviendo ya que el restaurante es muy grande y dispone de cocina en vivo y otras zonas que estaban actualmente cerradas. Las mesas están bien separadas y hay una pequeña zona para comer al aire libre. El personal del comedor es muy agradable y servicial. En especial Carmen que te recibe con sonrisas, súper amable y que se esmera porque todos los clientes estén agusto. El resto de personal también, pero ella es muy especial. Las habitaciones están distribuidas en diferentes casitas. La nuestra era una segunda planta, que aunque nos hubiese gustado que tuviese balcón o terraza, sobretodo para tender la ropa y al ir con una niña de dos años, era espaciosa y bien condicionada. La única pega que le pongo, y a la vez sugerencia, es que pongan algo antideslizante en la ducha. Son extremadamente estrechas y pequeñas y lo peor, es que resbala el suelo una barbaridad. Son peligrosas y eso si que deberían mirar de solucionarlo para que no tengan ningún susto. Las camas son grandes y cómodas y la limpieza es correcta. El personal de limpieza también muy agradable. La animación del hotel se esmera en hacer disfrutar a los mas pequeños. Nuestra hija lo ha pasado genial. También está muy bien la piscina que tiene para los más pequeños. En la piscina grande se está bien, no hay mucha gente y se puede respetar las distancias. En el snack de la piscina hay variedad y se come bien, si llegas tarde o no te apetece buffet. La chica que atiende en el snack es una máquina. Te atiende y sirve súper rápido. Las instalaciones están muy bien cuidadas. Al lado del hotel hay una calita dónde el hotel tiene reservada una zona de hamacas y bar donde se está muy agusto. La verdad, que el hotel está muy bien situado. En la zona d
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