Usuario invitado
2 de agosto de 2023
Hemos pasado casi una semana una familia de seis personas, cuatro adultos y dos niños. Decir antes de nada que hemos pasado mucho calor, prácticamente 35-40 grados a diario. Para llegar cogimos una furgoneta de alquiler low cost en atenas, ya que está alejado de la capital, el viaje ronda las tres horas, y nos salía mucho mejor que un transfer. La primera mitad del viaje bien por autopista, pero la segunda mitad es una carretera de montaña sinuosa hasta que llegas al resort. La zona es inhóspita y rural, no hay prácticamente nada alrededor, solo olivos. Por ello choca el contraste cuando llegas allí con todo tan "lujoso". El complejo es enorme, con numerosas habitaciones chalet repartidas por un inmenso parque y algunos bloques colectivos. Nos dieron habitaciones contiguas en el bloque colectivo. Aparte de que era más barato era la única manera de garantizar estar juntos. El primer día nos desplazaron con nuestros enseres en minicars de golf, ya que el tramo hasta nuestro edificio era largo. El resto de días lo sufrimos andando, unos 250 metros. Las habitaciones muy amplias, disponíamos de cuatro camas en cada una. La decoración es sobria y reducida, pero queda bien para el tipo de edificio, muy mediterráneo. Todo limpio. Había algunos insectos, pero hay que entender que es todo campo alrededor y mantienen una cuidad vegetación en todo el complejo. Nota: desde el primer momento que llegas Grecia llama la atención el contínuo chirrido de las cigarras, al que tendrás que acostumbrarte, y más aún en este hotel. Una de las habitaciones tenía una terraza enorme, aunque apenas la usamos. Amenities las justas, y todos los días hacían las habitaciones. El personal era en general amable y educado. Las limpiadoras amables, el servicio de bar amable, y el comedor amable, especialmente la mujer encargado de recibirnos todos los días, muy buena relaciones públicas. Has de tener presenta que no se habla español y es generalizado el uso del inglés. En nuestra estancia apenas coincidimos con una familia española y el resto eran sobretodo griegos, franceses, polacos, rusos e ingleses, por este orden. La comida buffet bien en general, se insistía mucho con la pasta en platos principales, pero había de todo en general, con buen producto y buen sabor en general. Las bebidas eran dispensadores de máquina de marcas blancas, La cerveza era lager de sabor suave y fría, y los vinos correctos. No acudimos a los restaurantes. Otro dato a tener en cuenta es que se dispensaban muchos botellines de agua, pedías y se te daba enseguida agua, para comer, para pasar el día, para la habitación, sin límite en cualquier punto del complejo. Los comedores eran bastante grandes y a pesar de la mucha gente siempre había sitio. El personal siempre atento y todo limpio y repuesto. Hay un miniclub y actividades para los niños, aunque no las usamos. No parecía muy usado ni tampoco las actividades eran reseñables. Todos los días estaba programado lo mismo. Si no le he puesto cinco estrellas