Usuario invitado
3 de junio de 2021
hemos disfrutado mi esposa y yo de un par de días en El Marjal, en estos últimos días de mayo. Necesitábamos sentir el silencio y la paz de un entorno como el que brinda el Delta estos días de finales de la primavera, los mejores del año por el paisaje y la luz, sin duda. Queriamos conocer el Marjal, ha sido una apuesta, sin referencias previas. La recompensa ha merecido la pena. El lugar esta tratado para generar la paz buscada, desde luego. Nuestra habitación, inmejorable, un capricho que ha merecido de largo la pena. Puntos de mejora: la calidad de los productos del desayuno, a todas luces mejorable teniendo en cuenta los precios; dos, piensen, por favor, en los clientes nacionales no catalano-parlantes. Eso no enturbia, de todos modos, el conjunto y las sensaciones generadas. Un lugar para repetir.