Usuario invitado
16 de octubre de 2023
Nos hospedamos una noche en una de las casitas de campo. La vista era preciosa, la cabaña estaba rodeada de árboles y el típico paisaje otoñal. La señora que nos recibió nos hizo sentir bienvenidos (fue el mejor recibimiento de todo nuestro viaje). La cabaña estaba calentita, las camas cómodas, enchufes cerca de la cama, con wifi, una mesita y dos sillas. También había una terraza al frente que no pudimos utilizar porque hacía mucho frío. Pudimos parquear el carro justo en frente de la cabaña. Se encuentra ubicado a 2 km del centro de Egilsstadir, con cercanía (en auto) a supermercados, gasolineras y restaurantes. La única oportunidad de mejora que mencionaría es el baño; las paredes tenían algunas manchas y arreglos con madera que parecía que estaban sin acabar; estaba limpio, pero en cuestión de decoración no se parecía en nada a la habitación. Sin duda me volvería a hospedar en este lugar