Hoteles cerca del Ethnographic Museum “Rupe”, Dubrovnik

Fantastico hotel no podía echarlo de menos. Las vistas son las únicas que valen la pena la estancia. Habitaciones muy espaciosas y acogedoras, grandes duchas y una buena variedad de tocador. En total, pienso que hay 8 piscinas sobre los 5 hoteles. La piscina es una de las más importantes de las islas, pero no hay que reservar una vista al mar. El hotel está muy bien, y el personal no se siente sin una bebida. No tenía comida en el hotel, pero la comida parecía agradable. Todo el que entra en el hotel está encantado por las vistas que definitivamente volveremos. Dubrovnik tiene una vibe tan fría que nos encanta.

El Komodor es una excelente opción para alojar en Dubrovnik. No está muy cerca de la ciudad amurallada, pero está en un sector muy tranquilo y bonito. Se llega caminando a la playa, lo que se agradece después de dias muy caminados. También está muy cerca un paseo marino con muchos bares y restaurantes. El hotel es muy cómodo y con una atención excelente. El bus para casi por la puerta, aunque es más barato usar UBER.

El hotel estaba en una buena ubicación, lejos de las multitudes, ideal para familias con niños como nosotros. La noche que llegamos tuvimos un problema con el aire acondicionado y el miembro del personal dijo que sabían sobre el problema y que el aire se estaba reiniciando y que estaría bien. Bueno, no fue así: me fui a dormir y me desperté varias veces sudando. Por la mañana le dije al personal de recepción y recibí el viejo ”Lo siento”, nada para compensar, pero pudieron solucionar el problema a la mañana siguiente. Aparte de eso, muy limpio, buen desayuno y piscina y baño limpios.

The Royal Palm is set a little outside the city alongside the coast in a complex of three other ‘royal’ hotels that provided a number of bars and restaurants to choose from throughout the day. This choice extends to the pools and gyms as well. Lovely well appointed and clean rooms. The en suite was well equipped and modern. Great sea views as well. The staff both in the restaurant and reception couldn’t have been more helpful. First time in Croatia. Lovely country, Dubrovnik city was really Beautiful. Most days busy from the cruise ships but its didn’t detract from the place.

We had an amazing experience at this hotel! The service was exceptional, especially thanks to Luka, who went above and beyond to make us feel welcome. His friendly demeanor and willingness to show us around made our stay even more enjoyable. The hotel itself was fantastic, with comfortable rooms and excellent amenities. We highly recommend this place for anyone looking for a memorable and pleasant stay.

Hotel muy comodo, excelente ubicacion y con aparcamiento. Habitaciones super limpias y amplias. Cerca de comercio, rest bares y playa. Personal super anabke, especialmente en recepcion y en restaurant. Atentos a lo que necesites. Desayunos muy variados. Recomiendo este hotel ya sea viaje de negocios o familiar:)

La primera impresión fue mega. Bella suite grande con vistas al mar. Todo bien. El servicio de habitaciones estaba bien los primeros dos días. El desayuno deja de desear. A primera vista todo lo que el corazón desea. Pero, no es realmente bueno a inodoro. El personal de servicio tiene todo lo que puede hacer, sólo no hospedar a los huéspedes o ser atento. Totalmente en el lugar equivocado. Para 5 estrellas, lo que más espera. La limpieza de la habitación fue lamentablemente también super maravillosa en los dos primeros días (tenía 6 noches) en los últimos días fue tan malo, en parte sólo la lavadora lavado las camas y cambió las toallas. En la suite había una máquina nespresso con 4 cápsulas, estabamos a 2 y, por lo tanto, sólo teníamos 1 y dos días de lo que era. Después de eso ya no se llenó. Muy daño, se podría hacer muchas pequeñas cosas mejor...

Vaya por delante para entender esta crítica que pagamos la friolera 1800 euros por tres noches en una “habitación clásica doble con vistas”; vistas que uno piensa que serán al mar cuando se trata de un hotel de costa y, sobre todo, del tamaño y la disposición de éste,pero que en realidad lo eran a la parte delantera del hotel, es decir, al aparcamiento; eso sí, con unas colinas de fondo (mea culpa por no haber leído la letra pequeña pecando de ingenuidad… vista, mientras hay ventana, siempre la hay a algún sitio…). El hotel, ciertamente, no es terrible pero a estos precios, no sirve cualquier cosa y hay detalles que no son admisibles. Es el clásico edificio monstruosamente grande construido a modo de “teatro griego” aprovechando lo escarpado de la costa (de esos que ya no se permite construir en muchos países para evitar destrozar en litoral). Está ubicado a unos 40 minutos andando de la entrada al centro histórico de la ciudad. El emplazamiento no es perfecto para visitar la ciudad pero a cambio ofrece la posibilidad de bañ**** en el mar en su “playa-espigón”… razón por la que escogimos el hotel; eso sí, te tienes que levantar a las 8 de la mañana para poner tu toalla en una de las docenas, aunque absolutamente insuficientes hamacas para el tamaño del hotel, que están apiñadas como sardinas en lata (muy adecuado en tiempos de Covid) en la zona de playa. Llegamos al hotel después de nuestro vuelo sobre las once de la mañana, conscientes de que la hora de entrada era a las tres. Por supuesto nos dijeron que la habitación no estaba limpia todavía, cosa comprensible, pero que lo señalaban como prioritario puesto que ya habíamos llegado y que nos avisarían en cuanto estuviera lista para hacernos esperar lo menos posible… lo agradecimos aunque es una atención lógica a 600 euros por noche. Nos dijeron podíamos esperar en el hotel. Nos sentamos en la terraza a tomar un refresco, paseamos por el hotel, tiempo después preguntamos varias veces cuándo pensaban que estaría lista la habitación (obviamente sin respuesta clara), comimos en su restaurante y, por fin, casi 4 horas después, a las tres menos diez, nos avisaron de que la habitación estaba preparada… todo un detalle al nivel de un hotel de presunto servicio de lujo. Inverosímil que en 4 horas no tuvieran tiempo de preparar la habitación… Subimos a la habitación, que es de esas que lo tienen todo junto, la cama separada de la bañera por un tabique de cristal con estampado tropical de dudoso gusto y sin puerta de separación-intimidad. Moda que nunca entenderé y menos en los hoteles de lujo…debe ser un lujo que se te vea mientras te duchas si alguien abre la puerta de la habitación o despertar a tu acompañante con la luz del baño a media noche o por el ruido del grifo del lavabo. El mobiliario, justito, de hotel playero de 4 estrellas… pero la cama comodísima, para ser honestos. El desayuno… rememora el conflicto armado que lamentable vivió la extinta Yugoslavia. Si vas entre 9 y 10 es la gue