Usuario invitado
16 de junio de 2023
Hotel situado en pleno Temple Bar, la ubicación es lo único positivo de este hotel pero aún así puede ser un problema, nosotros estuvimos entre semana y se escuchaba el ruido de la calle, no quiero ni pensar en fin de semana lo que tiene que ser porque las ventanas no aislan nada. Hotel que necesita una reforma integral, por fuera es muy bonito pero lo que es por dentro... camas de 80 cm, desde que era estudiante no dormía en una así, muebles rotos y sin pintar, baño justito. No nos hizo calor pero en verano tiene que ser insoportable porque no tienen aire acondicionado y las ventanas sólo se abren unos centímetros. No contratéis el desayuno que es otro horror, café malísimo, huevos revueltos sin gracia, un plato de lonchas de jamón york y otro de queso, fruta en almíbar con dudoso aspecto y yogures, nada demasiado bueno. El personal no es que sea antipático pero se le ve poco preparado. Para el precio que cobran es un robo. Cualquier hostal (y digo hostal, no hotel) de España le da mil vueltas