Amelie et Allie
20 de julio de 2021
Cuando llegué al hotel, la señora de la limpieza todavía estaba "limpiando" mi habitación. Hizo el trabajo de limpieza más rápido imaginable. No creo que el baño haya sido desinfectado en absoluto, por lo que opté por no usar la bañera. Las alfombras tenían una gran necesidad de pasar la aspiradora. Cuando hice mis ejercicios matutinos, la suciedad de las alfombras se pegó por toda mi piel y pude ver que los muebles no habían sido movidos en años para pasar la aspiradora. La habitación incluso olía a alfombra sucia. La cocina tenía buena comida en general y el comedor estaba limpio. Recomiendo el pato. Sin embargo, en otra ocasión pedí 3 alimentos y un jugo de sandía. La verdura nunca llegó, así que cuando pedí cancelarla, 20 minutos después de que termináramos de comer, de repente me la trajeron. Le dije que no quería pagarlo porque teníamos que irnos. En todas las comidas posteriores, me preguntaron si realmente iba a comer mi comida y pagarla. Básicamente, me trataron como si fuera mi culpa que el momento fuera incorrecto. Cuando llegué a pagar, me sorprendió descubrir que el jugo de sandía costaba 92 yuanes por una jarra. Podría haber comprado 2 sandías por ese precio. Me pregunté si el precio compensaría las verduras no deseadas. Mi vista fue asombrosa. Podía ver la isla, Corea del Norte y los puentes. Podríamos caminar por la noche y disfrutar de las vistas. Finalmente, comencé a menstruar durante el viaje. No tenía servilletas menstruales. Esto parece un artículo básico que el hotel debería tener a mano. Ellos no. Sangré en las sábanas. Al salir, la señora de la limpieza comenzó a limpiar antes de que yo saliera de la habitación, lo que me pareció vergonzoso. En defensa del hotel, me dejaron quedarme hasta las 2:00 porque no me sentía bien, pero la señora de la limpieza debería haber esperado hasta que yo saliera de la habitación antes de comenzar a limpiar. Eso fue muy incómodo. La sala de fitness satisfizo mis necesidades de fitness. Tenía equipo y pesas. Nadie estaba usando el gimnasio y preferí levantar pesas en la privacidad de mi habitación. Pedí prestadas 2 mancuernas para usar durante unos 30 minutos. Un hombre me vio salir con ellos y befan preguntándome en voz alta en chino (un idioma que hablo mal) y tratándome como si fuera a robarlos. No molestaba a nadie porque nadie hacía ejercicio.
Texto originalTraducción facilitada por Google