El primer día por la noche nos encontramos una inquilina en la habitación. Una cucaracha. Lo comentamos en recepción y, muy amablemente, Mariano trató de cambiarnos de habitación. Nos pasó lo mismo, así que la solución de esa noche fue echar insecticida. Al día siguiente, según nos dijeron, fumigaron todo y bueno, hay que decir que no hemos vuelto a ver ninguna más (en nuestra habitación). Aún así, el hombre con el que hablamos, que no era Mariano, insinuó que era normal que hubieran este tipo de insectos, ya que provenían de la lava. Nuestra ignorancia nos hace cortocircuitar las neuronas ante tal comentario. Un 10 por Mariano que no cabía en si mismo de la vergüenza que sintió al escucharnos comentar lo de las cucas. Ya que estamos en tema habitación, no es nada que no se vea en las fotos, pero no estaría nada mal un buen lavado de imagen, ya que no es ni decoración rústica ni moderna, es obsoleta. El buffet no está mal. Los desayunos, como en el 90% de hoteles de las islas y de la península, están hecho por y para ciudadan@s de fish & chips. Entiendo que son el público mayoritario, pero entonces no fomentemos el turismo nacional, bastante más exigente y de buen paladar. Supongo que meterle un arroz con colorante a un europeo y hacerle creer que se ha comido la paella de su vida, sabiendo que no se va a quejar, es muy de la picaresca española. Volviendo al buffet, me parece una auténtica falta de respeto que te digan que tienes hasta las 21:30 para ir a cenar, porqué es cuando empiezan a recoger, pero que a las 21:09 se estén llevando cosas y a las 21:25 ya no queda ni la mitad de comida. Buena medida de presión para indicar que se quiere plegar, pero no olvidemos que es vuestro trabajo cumplir con los horarios y más cuando el cliente ha pagado por ese buffet. Nuevamente, se demuestra que empezar a las 19:30 la cena está enfocado a un tipo de turismo. Porqué la verdad, a las 21 olvídate de probar postre. Bueno sí, el que nadie quiere. En referencia al restaurante, un 10 para David. No sé si es encargado, pero los 3 días que coincidió que él estaba en el buffet, no hubo ni una incidencia. También un 10 para una camarera italiana, por su gran amabilidad y profesionalidad. Finalmente, en cuanto a las estancias del hotel, lo único que utilizamos fue el gimnasio. Nos salvó bastante nuestras vacaciones en la isla los dos días que llovió a mares. El WiFi no nos funcionó nunca, como dato informativo. En conclusión, estaría bien leer las reseñas que suenan a crítica, porqué casi todas coinciden en lo mismo. Yo me las he leído antes de escribir la mía y parece que son en vano. Si no se asume la parte negativa, no se mejora. Y si no se mejora, no se avanza. Le doy una puntuación aceptable porque no ha sido una vivencia dantesca tampoco. Pero no recomendaría un hotel de este tipo para un público exigente, sobre todo para el turismo nacional. PD: aún estamos en el hotel, que marchamos mañana. Att. Habitación 119.
Fabuloso
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