Usuario invitado
31 de enero de 2023
Siempre he veraneado en Mallorca y conozco muchos hoteles. Ninguno como éste. El personal, espectacular. La atención al cliente siempre es con una sonrisa y dispuestos a ayudar en lo que necesites. Según entras en el hotel, sólo con cómo te reciben y la decoración, ya intuyes que la estancia va a ser perfecta. La habitación es amplísima y está llena de detalles, con unas vistas que te dejan sin palabras. La cama comodísima y tienen además menú de almohadas, aunque no se necesita porque las que hay en la habitación son muy, muy cómodas. La carta, un 10 y, desde la increíble y acogedora terraza puedes disfrutar de unas puestas de sol preciosas con música en directo. Aceptan mascotas! y el ambiente es tranquilo, silencioso y perfecto para desconectar. Tienen piscina infinity con todas las comodidades y, a 10 metros, una cala escondida en la que estás solo, de agua cristalina para la que incluso el hotel te facilita escarpines, toalla y gafas de snorkel. Disponen también de servicio de alquiler de bicis, kayak y Paddle surf. De esos sitios con magia que hacen que los recuerdes toda la vida.