Usuario invitado
11 de marzo de 2023
Estuvimos alojados una noche (y menos mal) con una caja de Smartbox. Al hacer el check in, el propietario nos estuvo explicando varias cosas de Cuenca, nos dió un mapa, todo correcto... Pero nada más entrar a la habitación, nos llevamos una hostia de la peste a tabaco que había, a pesar de que en la recepción había un cartel en el que ponía que estaba prohibido fumar!! Pero esto no es todo, abrimos el baño y un olor a cloaca repugnante...por lo que aquello era una mezcla explosiva!! La limpieza brilla por su ausencia...paredes sucias con chorretes, arañazos y desconchones (una manita de pintura no cuesta tanto), en el baño encontramos varios pelos, oxido en el cesto de la ducha y grifería, pelusas bajo la cama, mobiliario viejo y descuidado. La ropa de cama apestaba como el resto de la habitación, por lo que salimos del ""hotel"" oliendo fatal y nada más llegar a casa, la ropa a la lavadora. Las habitaciones no están insonorizadas, por lo que se escucha absolutamente todo. Por otro lado, tienen también un restaurante que está a 50 metros del hotel, llamado Los Ángeles. Nos arriesgamos y fuimos a cenar viendo que tenía buena puntuación. El mantel estaba sucio, al igual que los platos. Pedimos unas patatas bravioli, en las cuales se habían colado unos chopitos!! Se lo dijimos al dueño y nos dice que tienen 3 freidoras y han frito las patatas en la que no era. Menos mal que no somos alérgicos... También pedimos una tosta que estaba aceptable y oreja a la plancha, que estaba cruda. Tanto el "hotel" como el "restaurante" dejan mucho que desear... Ha sido un fin de semana horrible. Lo único bueno es la ubicación, por lo demás no lo recomiendo para nada!! Dudo mucho que pasara una inspección de sanidad en esas condiciones insalubres...