Usuario invitado
22 de abril de 2022
Éramos un grupo de 18 personas, nosotras teníamos reservada una habitación triple para tres noches. Para empezar, hay que subir a la habitación con las maletas por una escalera de caracol incomodísima. La habitación era muy pequeña, no cabían las maletas, prácticamente todo el espacio lo ocupaban las tres "camas". No llegaba ni a categoría de pensión de mala muerte. Estaba sin limpiar: muchísimo polvo por todas partes y restos de comida en el suelo. La cisterna perdía agua continuamente y hacía ruido. En la planta baja, al menos la habitación nº3, no tiene ventana, no hay forma de ventilar. La persona que nos recibió, la cocinera, solo hablaba francés. Respecto al restaurante del hotel, cenamos allí las tres noches. La cocina era buena pero el responsable del servicio muy mal: tenía a una única camarera, una chica rubia jovencita, para TOOOODO el comedor, el sábado por la noche estaba lleno, tanto dentro como en la terraza, y la pobrecita no podía hacer más. El mencionado responsable no paraba de reñirla y daba muchísima pena verla hacer todo lo que podía llorando. IMPRESENTABLE. En el desayuno los yogures estaban sin tapa y las mermeladas se sirvieron en boles de los que nos teníamos que servir varias personas. IMPRESENTABLE. Lo mejor, sin duda, fue el buen hacer y la mejor voluntad que puso la camarera que sirvió las cenas y a la que manifiesto toda mi consideración.