Usuario invitado
6 de junio de 2022
Elegimos este establecimiento por los comentarios positivos sobre el desayuno que, sin duda, es muy completo, posiblemente el mejor que nos ofrecieron durante nuestra estancia en la Puglia, con algunas especialidades locales como el pastel de verduras o el pasticcio de Lecce) y especial mimo por la sostenibilidad dado que se ofrece la oportunidad de llevar lo que no se consume pero tampoco se puede guardar, mucho mejor que tirarla. También nos llamaba la atención las buenas vistas que ofrecía su terraza. Lucía es una buena anfitriona, si bien a su hija aún debe mejorar la comunicación por escrito con los clientes. La casa está decorada con mucho gusto, con un toque marinero, muy apropiado. La terraza donde, si el tiempo lo permite, se puede desayunar es un mirador con una vista maravillosa. Persianas y cafeteras en las habitaciones, aunque la mala calidad de las puertas y de la insonorización, así como la cercanía del comedor, son un problema si algún huesped decide madrugar más de la cuenta, como nos ocurrió a nosotros. Situación un poco alejada del centro de la ciudad y del único restaurante que abría en día de semana fuera de la temporada alta.