Usuario invitado
10 de abril de 2023
Una excelente experiencia en el precioso pueblo de Carmona. Las habitaciones son amplias y tranquilas. Sencillas, pero con todo lo necesario para disfrutar de la estancia. Respecto al restaurante, todo es casero y de primerísima calidad: la carne, las croquetas y, como no, un cocido montañés buenísimo. Para asegur**** de que tendrán cocido hay que llamar y reservar, ya que el cocido se hace al día y sólo si hay reservas suficientes. Si no se ha reservado puede que quede alguna ración de más que hacen para quienes lleguen a tiempo. Recomiendo guardar un hueco para el flan de queso y la crema quemada de postre ¡Qué buenos! Como contrapartida de la excelente calidad de la comida hay que asumir una carta más corta que la de otros restaurantes que no preparan los platos al día. En cualquier caso, la carta es mas que suficiente para probar platos diferentes. En resumen, un entorno y un lugar maravillosos para pasar unos días en el que lo mejor fue la atención y la gran amabilidad de los propietarios.