Hotel Austria

Es un hotel pequeño y renovado, aunque haya cosas que necesiten algo más de renovación. Los armarios no tienen cajones. Las baldosas son anticuadas. La ventanas y puertas tb necesitan ser cambiadas. No obstante, esta limpio, el servicio es super amable y simpático. El comedor, los desayunos están bien. Las cenas suelen servir tres opciones ( nosotros fuimos con media pensión) y e de decir que me sorprendió gratamente.. los dias que cenamos allí. El personal muy amable, aunque necesitarían contratar a más gente. Porque había días que no daban abasto. Conclusión…. Repetiría… ? Si repetiría, más que nada por el personal en general ( limpieza, recepción y comedor) a pesar de le faltan algunas cosas de mobiliario y renovación. El servicio hizo que nuestra estancia fuera muy agradable.

En enero reserve una habitacion directamente con el hotel, pagando extra para tener la flexibilidad de cancelacion. Cancele la habitacion a tiempo y mas de un mes despues sigo esperando la devolucion de mi dinero. El hotel no contesta ni el telefono ni los e-mails y se han desentendido por completo. Una verguenza!

La habitación de 2 personas (con vistas) perfecta por su tamaño, ubicación y limpieza. La cena fantástica, de calidad. La variedad es correcta para no tener que tirar mucha comida pero la calidad es estupenda para un hotel de esa categoría y precio, hasta zumo natural, jamón, huevos fritos.... Personal muy amable y profesional. No hace falta garaje, zona azul en la puerta sin problemas para aparcar, y por algo más de 3€, derecho para dejarlo todo el día. A un km del parking de Grau Roig, yo siempre llevo el coche por la comodidad de quitarme las botas en cuanto termino de esquiar. Hay que tener en cuenta que es un 3 estrellas y realmente económico. Para esquiar unos días sin dejarte los ahorros, salvo que te pases la tarde en su gran bar. Viendo otras opiniones, me da la sensación de que está remediando muchos de los fallos de esta temporada o que estamos a final de la temporada, no lo sé, la verdad. Lo único que cambiaría son las almohadas por unas más duras. No vi salas de juegos, pero mis hijos ya son mayores y vienen a esquiar y luego a descansar.

Mica Farré gracias por tu simpatia y tu buen servicio. Hay pocos hoteles donde te puedas sentir como en casa y aqui sin duda volveré por el trato. Queria recalcar que soy muy observador y trabajo en el mismo sector y el personal deberia cumplir el horario y vacaciones establecidos por el reglamento de la empresa. Asi y todo con estas condiciones la simpatia y la ambabildad permanenecen gracias a Mica y Aylen y vuelvo a dar las gracias por todo el trato. Tambien queria destacar que un amigo ha sufrido una rotura en esquí y Mica le preparó el desayuno y un bocadillo especial para él porque no se podia movilizar. Muchas gracias volveremos seguro por ellas!!

El hotel en si esta bien, para ser un tres estrellas.la camarera Ailen es la que da mejor servicio, esa simpatía y el trato al cliente. Si hay que decir alguna pega es que el menu cada día es el mismo.

Somos viajeros frecuentes, pero sin duda alguna este hotel es el peor en el que nos hemos alojado. - Había 3 personas atendiendo en la recepción, pero solo trabajaba una. Tardamos 1h en poder hacer el check in. Aún así, a las 16.45 no sabían si nuestra habitación estaba limpia. - Las habitaciones son aceptables, pero nada que ver con lo que muestran en las fotos. - Nuestra habitación quedaba al lado de las taquillas para guardar el material de esquiar y a cada rato sonaban las alarmas. - La cena del buffet... sin comentarios. Vergonzoso. Solo había 4 cosas literalmente. Unas hamburguesas congeladas con mala pinta y unas pocas cosas para hacerte algo parecido a una ensalada. Pero lo peor de todo es que te cobran 18€ por persona (bebidas aparte) por esa cena tan lamentable. A parte en el comedor hacía mucho frío. (Debido a la nevada no podíamos salir y nos vimos obligados a cenar allí). - El personal del hotel no es lo más amable del mundo, desconozco si tienen formación o no, pero no son personas capacitadas para la atención al cliente. - La alarma anti incendios de la habitación empezó a sonar a las 5 de la madrugada sin motivo alguno. Sonó 3 veces durante la noche. - La temperatura de la habitación no se podía regular de ninguna manera, cerramos la llave de los dos radiadores que había pero aún así no pudimos dormir por el calor que hacía. - La cama muy incómoda. Lo que iba a ser una estancia de fin de semana agradable se convirtió en una de nuestras peores experiencias de viaje, y eso que no somos personas muy exigentes a la hora de hospedarnos.

La habitación está correcta pero faltaba espacio para dejar la chaqueta cuando llegas a la habitación. El armario no tiene apenas espacio para apoyar ropa que no sea de colgar. Las perchas muy enclenques. Las paredes son tan finas que escuchas perfectamente como llega la gente y tira sus botas, esquis etc a las taquillas que están en mitad del pasillo. El cuarto de baño es demasiado pequeño, la ducha es muy estrecha y apenas cabes entre el lavabo y la ducha para lavarte los dientes. Limpieza: muy muy justa, daba la sensación de que simplemente hacían la cama y limpiaba el inodoro. El resto de cosas (toallas, alfombrilla de ducha etc) te las encontrabas tal y como las habías dejado. Además no nos recogieron la basura dos días a pesar de que estaba llena. No reponían champú ni gel. Bajamos en dos ocasiones a la recepción para decirlo pero no te hacían ni caso. El tiempo de espera para hacer el check-in o cualquier consulta era por lo menos de 15 minutos. Siempre había gente con problemas haciendo cola. (Nunca me había pasado antes) Además las soluciones de la recepción no solían ser de ayuda. Las personas del desayuno bastante bordes y el desayuno demasiado básico. Tampoco tienen parking (a pesar de que en booking pone que si) por lo que tienes que buscarte la vida y aparcar en la carretera del pueblo de mala manera. Tienes que poner un ticket del ayuntamiento que solo te deja 3 horas. No hay transfer a las pistas del propio hotel, tienes que utilizar el transporte ofrecido por Grandvalira.

No recomiendo en absoluto este alojamiento. El hotel ha empeorado drásticamente, el buffet es nefasto, mi hija no ha cenado nada ningún día. Nada de variedad y lo que había incluso con mala pinta. Cuiden un poco más la comida cuando hay niños... Por otro lado ya no tienen shuttle y no se avisa en la web por lo que es engañoso. Además el bar no tiene ningún entretenimiento ni para mayores ni para niños, dardos, billar, futbolín. Algo esencial y fácil para pasar el appreski con niños. Vine precovid dos veces y maravilloso, ahora con Pierre & Vacances no volveré nunca más. Eso sí, el chico de la recepción un excelente trabajador se esforzaba en la medida de lo posible en ayudar.