Usuario invitado
22 de julio de 2023
Estuvimos alojados en el edificio anexo. Habitación con mobiliario clásico, pero bien conservado, le hace falta un repasito de pintura. cama cómoda, hay un montón de almohadas, no hay persiana y la cortina no es totalmente opaca. Hay caja fuerte. Teníamos una pequeña cocina que no usamos y el baño es muy pequeñito pero funcional, con bañera de hidromasaje. Está muy céntrico, cerca hay un parking gratuito, pero es complicado aparcar, el hotel tiene el suyo propio a un precio muy razonable. El desayuno muy variado y como salía nuestro vuelo temprano, nos prepararon unas bolsas de picnic. Teníamos media pensión, y pudimos elegir, un día almorzar y otro día cenar. El restaurante merece una reseña aparte, impresionante comida, de diseño, productos de su finca, muy rica y bastante cantidad. El primer día nos atendió el señor Juan Díaz, que nos aconsejo sobre los platos y luego nos los fue presentando, a medida que los servía.