El hotel es de fácil acceso y hay aparcamiento cerca.
La ropa de cama es buena y la limpieza se realiza a diario. Armario suficiente, artículos de primera necesidad presentes (aire acondicionado, hervidor de agua con té y café, jabón en la ducha, secador de pelo, TV).
El personal muy agradable y sonriente.
No necesariamente hablaban inglés, pero usaban el traductor de Google, por lo que no hubo problemas para entenderlos.
El desayuno de la mañana era fresco, bueno y abundante.
El único inconveniente es que el aislamiento es débil, por lo que se puede oír todo lo que pasa con los vecinos y en la calle, pero los tapones para los oídos son más que suficientes para compensar esto.
Recomendamos encarecidamente este establecimiento y no dudaremos en volver allí en un futuro viaje.
Texto originalTraducción facilitada por Google