Usuario invitado
14 de febrero de 2024
Por primera vez, según nos informaron este hotel acoge a personas de Turismo Social, nosotros hemos sido los del estreno. Lo primero que vamos a destacar es todo lo positivo y mejor que hemos encontrado: El personal, sin ninguna duda es lo mejor del hotel, camareros, cocineros, animadora, camareras de habitaciones y recepcionistas. José Luis y Pepe, ayudados por Geltru, la chica rubia y el resto de camareros en comedor, demostraron su gran profesionalidad, este tipo de camareros está en vías de extinción, ahora predominan más los transportistas de platos. Con su buen humor y buen hacer te hacen sentir como en casa, solucionándote cualquier imprevisto, a pesar que no disponen del local más apropiado. Mohamed y Magi en la cocina en vivo también ponen su grano de arena haciendo la comida a gusto de todos. Maribel, la animadora, a pesar de que no tiene medios, dentro de sus posibilidades procura hacer pasar un rato agradable a todos los clientes. Las camareras de las habitaciones hacen su trabajo perfecto, limpieza impoluta, te cambian las sábanas cada pocos días, así como las toallas. Las habitaciones son muy amplias, la nuestra tenía hasta jacuzzi, buena calefacción y Netflix. En el comedor es de destacar la cocina en vivo. Lo negativo del hotel desde nuestro punto de vista: Este hotel no está preparado para el invierno, y menos para Turismo Social. El "comedor" lo han habilitado como una tienda de campaña adaptando la terraza de la piscina, unido al comedor principal que es pequeño, y para entrar hay un obstáculo de una puerta corredera que es muy fácil tropezar, yo personalmente tropecé dos veces. No dispone de ningún salón al uso para hacer espectáculos o bailar, la cafetería es pequeña y allí la animadora hace lo que puede. El wifi es muy pobre, no llega a 2 megas, no puedes ver por internet gran cosa. Y falta preparación y coordinación en recepción, disponen de un solo puesto de ordenador para registrar a los clientes, el día de la llegada estuvimos más de una hora haciendo cola en la calle para que nos dieran la habitación, eso no puede pasar en un hotel de 4 estrellas que se precie, se tiene que buscar alguna solución como han hecho en otros hoteles que hemos estado, y no vale decir que si la protección de datos, que si esto que si lo otro, hay que solucionarlo, y punto. Y si ocurre algún imprevisto parecido, invitar a los clientes a un zumo o similar mientras esperan, como hacen otros hoteles de igual o menor categoría. Los desayunos están muy bien, la comida y la cena son un poco repetitivas, eché en falta algún guiso de cuchara tipo fabada, lentejas, cocido, etc. más variedad de pescado y carnes aunque no fueran de los más caros, no pretendo pedir besugo ni wagyu. Pero gracias al personal nos hemos venido satisfechos.