Usuario invitado
1 de febrero de 2023
Hemos disfrutado durante una semana del "The Quiet Hotel. La Moraleja" y de su entorno. Es un oasis de paz, tranquilidad y sosiego. Habitualmente no solemos pasar mucho tiempo en las instalaciones de los establecimientos donde nos alojamos. Sin embrago, en esta ocasión, hemos disfrutado del relajante ambiente del hotel "tranquilo". La habitación era muy amplia, y cómoda en todos sus aspectos. La terraza nos permitía disfrutar de la impresionante cresta de Cavall Bernat y de vistas al mar en la cala de san Vicente. Hemos disfrutado, sobre todo, de los momentos de piscina y de desayuno: buen café, zumo, embutidos y quesos de la tierra, fruta variada, dulces, panes de diferentes tipos y, cada día, una tosta especial...¡y una copita de cava!...Y, lo más importante, el magnífico comportamiento de las personas que trabajan allí. Sin olvidar a los demás, queremos dar expresamente las gracias a Cecilia por su buen trato, su ayuda y su conversación, y también a Cati por sus recomendaciones. ¡Muchas gracias!