Usuario invitado
12 de enero de 2023
Afortunadamente me aloje solo una noche, había solicitado una habitación en planta baja ya que el hotel no tiene ascensor y tengo problemas de columna, pero al llegar nos asignaron una en el primer piso, se olvidaron del pedido. La habitación 108, que nos asignaron era mínima, los muebles de calidad cuestionable, las perchas eran de alambre retorcido, no había ni silla ni lugar donde abrir las valijas , tampoco un vaso. La imagen general es lúgubre, ya que hay poca iluminación en general. No es posible entrar y salir libremente solo se puede hacer pidiendo a la recepcionista que abra, ademas hay que dejar la tarjeta antes de salir, entiendo que puede ser por la inseguridad de la zona, pero debieran resolverlo de otra forma. Se percibe como una actitud de desconfianza respecto del huésped. Las condiciones de higiene parecieron adecuadas. El desayuno nada especial. El personal carece de simpatía, se nota el esfuerzo que realizan para ser correctas, entre lo lúgubre, la puerta de entrada pintada de *****, la imposibilidad de salir libremente y la escasa empatía del personal resulta la version argentina del Hotel Bates! Es demasiado caro para lo que ofrece. No volvería.