Usuario invitado
4 de septiembre de 2021
Quería hospedarme en Seagull desde hace tiempo pero no había podido visitarlos hasta esta temporada. Está en tierra firme y a sólo una hora de David. Nos sorprendió la belleza de éste lugar, es hotel con un encanto especial, sus jardines tropicales y detalles de diseño fueron muy bien pensados. Cada rincón ofrece un espacio de serenidad y contacto con la naturaleza único, desde el columpio en la playa hasta el Tiki Bar. Fuimos en kayak a navegar por la bahía de Boca Chica con un picnic especial que nos prepararon y llegamos a una playa desierta en una isla cercana, a pesar de que es una actividad algo intensa fisicamente, lo disfrutamos demasiado. Hicimos también un paseo de atardecer en un bote en el cual pudimos ver muchos delfines que nos acompañaron con un atardecer espectacular. Juan y todo el staff son maravillosos, muy agradecidos por todas sus atenciones. Volveremos!