Usuario invitado
1 de octubre de 2022
Este establecimiento ocupa un gran edificio frente al Landwehrkanal, en el barrio de Kreuzberg, algo retirado del centro; la Puerta de Brandenburgo queda a media hora a pie y Alexanderplatz a 50 minutos. Sin embargo, tiene un par de paradas de metro a 5 minutos y en los alrededores hay bastante ambiente y una amplia oferta en restauración, tiendas, supermercados, etc. Una parte del edificio se destina a hotel y otra a hostel, con habitaciones compartidas. Me alojé en la zona de hotel, ocupando una habitación individual con baño privado durante dos noches, siendo el precio total 104,33 € solo alojamiento. Mencionar el detalle del recepcionista, que me dejó ocupar la habitación a las 11 de la mañana aun cuando la hora de check-in era las 14.00. Ofrecen un desayuno a 9,90 €, servicio que no utilicé. En cuanto a la habitación, pequeña, pero con todo lo necesario: televisión, escritorio, estanterías, caja fuerte gratuita y un buen número de enchufes (creo que conté seis), lo que es muy de agradecer. Por poner algún defecto, el baño, un poco antiguo, así como el resto del hotel y la hora de limpiar la habitación, las 5 de la tarde, muy poco apropiada; asimismo, la almohada y el edredón cubierto por sábana, bastante incómodos, pero es lo habitual en Alemania; no obstante, en relación calidad-precio tampoco se puede pedir mucho más.