Usuario invitado
26 de septiembre de 2023
Pequeño hotel, prácticamente familiar, situado en un entorno muy agradable y rodeado de vegetación, riachuelo y montaña. Perfecto para unos días de tranquilidad, aunque eso de no contar con un solo aparato de TV en todo el establecimiento personalmente me parece excesivo. El personal es super amable y las instalaciones muy completas, con unas habitaciones más que aceptables. Tiene una terraza que es una maravilla para cenas en noches de verano, con un clima perfecto y el sonido del agua del riachuelo como inigualable música de fondo. Los desayunos buffet son muy completos y la carta del restaurante muy variada y con productos de la zona. La piscina y alrededores son una invitación perfecta al descanso con una cerveza y un buen libro. Totalmente recomendable para un paréntesis de un par de días.