Usuario invitado
25 de diciembre de 2022
El hotel tiene una situación privilegiada. Zona peatonal en una de las mejores partes de Belgrado, una magnífica televisión Samsung y ahí se acaba todo. Fui por las buenas críticas que tenía y ha sido la decepción más grande de los últimos 15 años y viajo cuatro veces al año, en hoteles de 4 y 5 estrellas. Éste se supone que es de 4 y en muchos países, no pasaría de 2. Recepción prácticamente inexistente, y con el papel de la pared con agujeros detrás de la silla, sin áreas comunes, sin ascensor, que para mí no era problema y habitación con baño funcional con amenidades a granel, cosa que odio. No tiene prácticamente servicios, ni gim, ni bar, nulo. Al abrir el armario, me cayó un listón de conglomerado macizo contrachapado, que separa las dos puertas del armario, en la cabeza... haciéndome bastante daño. Pues para solucionarlo, me ofrecieron una bebida. Insólito. Trabajo en un hotel de 5* en Barcelona y si pasara eso, como mínimo se le da una noche gratis y los desayunos de toda la estancia. El desayuno es externo. No es buffet. Hay ocho o diez opciones, con dos bebidas, sin dulce y la gran mayoría basadas en huevos o revueltos, y no me gustan. Desayuné los 4 días lo mismo. Ojalá hubiera hecho el desayuno en otro sitio, porque no había nada dulce, aunque el boutique #2 , bar que sirve el desayuno, lo que pone es contundente y no son tacaños en la cantidad. La limpieza, patética. Ningún día cambiaron las sábanas. Sólo las estiraban y cambiaban las toallas que se dejaban en el suelo. Nunca limpiaron ni el suelo, ni la pica ni la taza. Un desastre. Y para acabar, al hacer la salida, y viendo yo, que el saldo a pagar era 0 en el ordenador, la recepcionista, intentó cobrarme los 4 desayunos que ya había pagado en el registro de entrada. Dicho lo dicho, el peor hotel en el que he estado desde que me alcanza la memoria.