Los mejores hoteles de 5 estrellas en Barcelona

La ubicación está en la costa de Barcelona, ​​​​especialmente adecuada para las vacaciones, la playa está a 50 metros del hotel, se tarda unos 20 minutos caminando por la costa hasta Barcelona ****. Tomar un taxi hasta la Sagrada Familia en el centro de la ciudad cuesta entre 10 y 15 euros. Alquilamos un coche y el aparcamiento del hotel era de 30 euros al día. Pensé que era muy caro hasta que un día conduje hasta un centro comercial cerca de La Rambla y lo estacioné por una tarde, después de pagar 26 euros, de repente sentí que el estacionamiento del hotel era muy conveniente. La recepción del hotel es muy acogedora y hay un chico especializado en aparcamiento. La habitación es relativamente grande en Europa, está equipada con cortinas eléctricas y hay bebidas en el pequeño frigorífico. La lluvia es especialmente buena con la lluvia de Hansgrohe, pero el baño no es eléctrico. Lo más sorprendente es que hay pantuflas en el hotel, la mayoría de los hoteles europeos no vienen con pantuflas ni artículos de tocador, por supuesto, no preguntamos en recepción si los tenían. En general, la experiencia es buena y vale la pena recomendarla.

El Hotel Majestic 5*GL, ubicado increíblemente bien en pleno centro de Barcelona y rodeado de las mejores tiendas y boutiques de lujo, es una gran elección para aloj**** y disfrutar de la ciudad. Las habitaciones son preciosas y realmente acogedoras, la cama muy cómoda así como la terraza que tuvimos en nuestra habitación con vistas al Paseo de Gracia. Los servicios del hotel son muy buenos, ofrecidos con los altos estándares de LHW de manera muy profesional. Me encantaría destacar el riquísimo desayuno, nadie que se aloje en el hotel puede irse sin probarlo, todo lo que pueda decir se queda corto en cuanto a la exquisita decoración, la variedad del buffet y las opciones que tienen aparte, sin pasar por alto el gran equipo que trabaja en el mismo, ya que son TODOS muy atentos. Tuvimos tiempo también de hacer una parada en el spa del hotel, donde Nuria nos atendió muy amablemente y educada. Después de estar todo el día recorriendo Barcelona, lo recomiendo mucho para relaj****, así como tom**** algo en la terraza del hotel y contemplar las vistas de toda la ciudad. Solo puedo decir, que desde el momento en el que llegamos al hotel, todo fueron mimos y detalles por parte del personal, empezando por Sofía que nos hizo el check in y nos recibió con una sonrisa. Estamos deseando volver, y sin duda repetiríamos quedándonos en el Majestic.

Llegamos temprano 🛬 y entendimos la política de no poder hacer check in temprano, cuando llegamos en auto, el botones (Daniel) ya había abierto la puerta para recoger nuestro equipaje. También le pedimos a la recepcionista (la hermana interna estuvo muy atenta a explicarnos; también nos dejó su teléfono y nos avisará con antelación si la habitación está lista) y nos explica las cosas para las que la habitación no está lista; podemos guardar con antelación. También se nos permitió utilizar las instalaciones como el gimnasio, en ese momento el botones también envió nuestro equipaje al baño del gimnasio para que pudiéramos lavarnos y organizarnos. (Mi amigo le dio una propina gracias a Daniel por el excelente servicio) Nos alojamos por dos noches; el tipo de habitación que reservamos era excelente, un piso alto con balcón; después de registrarnos, mi amigo y yo esperábamos un tipo de habitación con dos camas; así que le pedimos nuevamente a la recepción que lo arreglara ~ la cama era muy buena. Aunque sabíamos que la habitación de dos camas era más barata que nuestra ”cantidad reservada” y ni siquiera tenía balcón u otro espacio. Todavía aceptamos este acuerdo con un buen servicio. Después de un viaje de un día, regresamos por primera vez a la habitación que realmente nos pertenece. Alrededor de las 7 de la tarde, estaba charlando con mis amigos y escuché el servicio de limpieza de HKP. ¿El personal llama a la puerta? ? Pensamos que habíamos escuchado mal porque podíamos escuchar la puerta cerr**** al lado ~ ¡hasta que se abrió la puerta! ! La criada nos miró, yo todavía estaba usando una bata de baño, repitió ”mantenimiento de la manguera” y yo cortésmente dije ”no es necesario, solo vamos a ir a nuestra habitación”. No estoy seguro si este es un mecanismo para resolver la vergüenza o una forma de dar propina. Levantó la mano ”Te tengo chocolate”... Todos solo queríamos descansar~ Me levanté y me acerqué (sin preparar ninguna propina) y tomé dos chocolates 🍫. Dale las gracias, luego cierra la puerta y cuelga No molestar. El desayuno era fantástico, zumos naturales, fruta, pan caliente y arroz frito. Solo tengo curiosidad de que aquí no haya un ”cupón de desayuno” | Los huéspedes pueden baj**** del ascensor del hotel y girar a la derecha para ir directamente al restaurante; ¡el segundo día nos preguntaron individualmente sobre nuestro número de habitación! ! ¡No quiero usar Racista para hablar de cosas! Al principio sentí curiosidad por el servicio del hotel por los comentarios sobre el conserje que hablaba chino, y aquí todo empezó a volverse loco. La señora de buena figura recogió el cartón y le preguntó a mi amigo ”¿el número de su habitación?” sin ningún ”disculpe/por favor”. ¡Como deberíamos responderle! ! Si tiene alguna pregunta, ¡envíeme boletos de comida! ! ¡No es necesario centr**** en personas específicas! ! Debido al repugnante comportamiento de ”saludo y presentación del menú” del hombre blanco que entró al lugar más tarde, ¡no nos saludaron en absoluto! ! Incapaz de aceptar que esto sea parte del procedimiento estándar... ¡no hay igualdad de trato! ¡Lo diré en voz alta! ! Lo que es irrespetuoso es el nivel inconsistente de servicio en los restaurantes e incluso la disparidad en el servicio a las personas de color. El primer día, un camarero senior de un restaurante todavía preguntó cortésmente sobre su experiencia en el restaurante por primera vez, y el menú también era preciso; la atención fue tan excelente que el contraste fue enorme. Sin mencionar lo ocupado que estaba el mediodía del día del check out, los internos ya no tenían el mismo entusiasmo y sonrisas que en ese momento, los porteadores se concentraron en hacer el check in a los invitados, fue el momento más divertido cuando Tuve que pagar el impuesto municipal. Saqué lo que mi amiga compró en Japón. El monedero floral que venía 👛; miraron mi bolso y sacaron los 50 euros doblados 💶 Sus expresiones eran tan clásicas. Simplemente soy pobre ante tus ojos~ Desdobló los billetes doblados frente a mí con desaprobación. El único empleado senior que siguió sonriendo todo el tiempo fue el hombre que trabajaba en el mostrador. Me dio el cambio y luego esperamos el autobús afuera de la puerta ~ Aunque en ese momento el familiar Daniel sugirió que pudiéramos esperar en el vestíbulo. Sabemos en nuestros corazones... lo incómodas que son las miradas en el interior ~ Gracias por tu impactante educación.

Estuve hospedada con mi hija en NH Collection Gran Hotel Calderon hemos vivido una experiencia inolvidable más aún por la atención recibida por parte de la srta Elga Moscoso basto con que le comentara la mala experiencia que acabamos de tener en otro hotel para que se solidarizara inmediatamente con nosotras . Destacó su nombre pues es difícil encontrar personas tan preparadas y además con tan buen trato, hizo gala en todo momento del control y conocimiento que tenia no solo en hoteleria sino en lo que respecta a atención al cliente, destaco principalmente su cordialidad y sobre todo gestión de atención al cliente. Muchas gracias Elga 🥰 Con respecto a las instalaciones maravillosas súper cómodas, el personal en general altamente calificado, súper recomiendo este hotel viajo mucho y tengo la oportunidad de comparar y en este caso debo señalar que encontré la excelencia 👍

Me sabe mal ponerle 2 estrellas sobre 5 en cuanto a puntuación porque un hotel cuyas características lo tendría que hacer único (ubicación, vistas, entorno, etc.) no lo es como tal. Cogimos la habitación más alta y supuestamente de más categoría y en el cristal del balcón habían restos de cagadas de gaviotas (en la foto, los puntos blancos que aparecen en el cristal, donde se ven las sillas de fondo). Nos dijeron que como éramos los primeros huéspedes tras haber estado el hotel cerrado por el tema Covid, no habían observado este detalle. A pesar de que subió a verlo el recepcionista, tampoco vinieron a limpiar el cristal en días posteriores. En cuanto a la ducha, los mandos no ajustaban bien y había goteo constante de ésta aunque llevase horas sin us****, aparte que la puerta de la ducha tampoco ajustaba bien. Estos detalles, que en otros hoteles me hubiesen parecido aspectos de poca importancia, en un hotel de estas características y a este precio es imperdonable. Pongo también otra foto de una puerta del pasillo de nuestra planta, donde un líquido marronoso invadía el marco y la tapicería del alrededor de la pared estaba rota. El resto bien: buena atención tanto en recepción como en el restaurante y platos elaborados en su restaurante. Pero nada justifica, ni el Covid ni la supuesta falta de personal de limpieza, la dejadez del hotel teniendo en cuenta de que se trata de un hotel de alta categoría. Es totalmente inadmisible.

he estado con mi pareja en la promoción de ven a cenar y te invitamos a dormir. la experiencia ha sido fantástica y sin duda repetiremos cuando podamos, porque la cena estuvo exquisita y el concierto de opera privé fue una delicia. Pero cuando creiamos que ya lo habíamos visto todo nos sentamos a desayunar y fue impresionante la cantidad la calidad y el personal, un 10 gracias a Eli y a su equipo, volveré una y mil veces.

El personal era tan amable pero la iluminación en las habitaciones y los hoteles enteros es malo y las habitaciones no son probadas

Nos alojamos dos noches por nuestro primer aniversario en este hotel y desde el momento en que llegamos nos hicieron sentir como en casa. Reservamos una penthouse en la planta 36/37 simplemente maravillosa. Se trata de un dúplex de 150m2 aproximadamente que contaba con todas las comodidades. La distribución de la primera planta estaba formada por un salón / comedor, cocina independiente y aseo mientras que en la parte de arriba se encontraba el dormitorio con un baño completo, tocador y vestidor para cada uno. Todo el apartamento, tanto en la planta 1 como en la 2, estaba rodeado de grandes ventanales que nos permitían disfrutar de una vista panorámica a la ciudad de Barcelona, y esta fue una de las cosas que más me impresionaron, sobre todo cuando tienes la majestuosa Sagrada Familia de frente. Por la noche, cuando la ciudad estaba iluminada, era francamente espectacular, una sensación mágica tanto para tomar una copa de champagne como para descansar. El estilo de la habitación era elegante y a pesar de los años que tiene el hotel, bastante sofisticado, con mobiliario de madera tallada a mano y mármol blanco. Además, nos recibieron con un precioso detalle de bienvenida personalizado para nosotros que nos emocionó muchísimo. Para llegar a nuestro penthouse teníamos que subir en ascensor a otra planta donde se encontraba una recepción privada y conectar con otro ascensor independiente para llegar a las penthouses que se traducía en cierta privacidad y exclusividad. Tuvimos acceso a El Club, un espacio localizado en la planta 33 del hotel y que solo algunas habitaciones forman parte de él. Es un entorno en el que convergen el confort de un private lounge con vistas priveligiadas y un buffet exclusivo en el que se sirven cinco degustaciones diferentes a lo largo del día. El trato por parte de todo el personal fue exquisito. Por otra parte, también tuvimos la oportunidad de acceder al spa, localizado en la última planta del hotel y además, exclusivamente para nosotros durante 45min. Es un spa pequeño pero muy bien aprovechado, con unas vistas increíbles al puerto de Barcelona, tanto desde el jacuzzi como desde la sauna. Además, en la planta inferior hay una terraza solarium perfecta para descansar y disfrutar de las maravillosas vistas. Además, este hotel cuenta con dos piscinas y un jacuzzi. Un piscina enfocada para todos los públicos (más familiar) y otra piscina infinity muy bonita, Adults only, la cual disfrutamos muchísimo. Para completar la experiencia, comimos en el restaurante Marina Coastal Club, ubicado en la zona de las piscinas y que dispone de tres ambientes para disfrutar según la ocasión. La comida estaba espectacular. Por último, y quizás es la parte que menos me gustó, fue la del Buffet para desayunar, no tanto por la calidad del producto que podría calificar de notable (salvo la tortilla de patata) sino por el servicio. Había mucho personal joven e inexperto, perdidos en ciertos momentos y eso debería mejorar, sobre todo en un hotel

Estuve alojado con mi familia en este mes de febrero y desde luego que merece la pena la estancia. Me encantaron los detalles de bienvenida del equipo de guest experience que tuvieron con todos nosotros, todo un detallazo. El hotel es un referente muy bien situado y con una atención exquisita por parte del personal, especialmente en recepcion que te ofrecen una calida bienvenida y ayuda en todo momento. El desayuno es variado y de una excelente calidad. Una opción muy recomendable para el descanso perfecto en el centro de Barcelona.

El hotel está muy cerca del Estadio Olímpico, a unos diez minutos andando. Reservamos el InterContinental esta vez para ver un concierto. Es muy conveniente. Hay muchas habitaciones en el hotel. Puede registr**** temprano en la mañana y puede salir más tarde si se queda dormido. La recepción es muy amable y el conserje es muy bueno!