Leslie
18 de abril de 2023
La habitación era soleada y limpia, toda blanca, con una bonita cocina en una pared. La ubicación es excelente para caminar hasta restaurantes, canales, tiendas, etc. Un problema es la proximidad a la iglesia, que tocaba las campanas cada 15 minutos durante todo el día (aproximadamente de 8 a.m. a 10 p.m.). El mayor problema fue la comunicación con el anfitrión. La instrucción por correo electrónico era anunciar la llegada y me recibirían en la puerta. Me comuniqué por what's app desde estación y nuevamente en puerta. Mensajes leídos pero sin respuesta después de 1/2 hora. ¡Llamé y me dije que debería haber sabido usar la caja de seguridad para obtener la llave! Pregunté dónde encontrar supermercado y lavandería. Me dijeron que pidiera comida en línea y que alguien le ayudaría a lavar la ropa el lunes (era jueves). Al final, todo estuvo bien, encontré compras en el mapa de Google y un encantador miembro del personal recogió y me devolvió la ropa la semana que viene por 10 euros. La noche antes de irme, envié un mensaje pidiendo instrucciones sobre la salida y la llave. Nunca obtuve ninguna respuesta. Dejé la llave en la habitación. En resumen, el lugar era fantástico para mis necesidades y todo funcionó, pero la comunicación con el anfitrión no fue como la que he experimentado en otros lugares de Portugal, y no fue en absoluto una cuestión de idioma.
Texto originalTraducción facilitada por Google