Usuario invitado
2 de mayo de 2023
Fuimos de ruta 4 días por Rivera de Duero y en lugar de tomar diferentes alojamientos decidimos tener un campo base y desde allí visitar todos los pueblos y bodegas de nuestra lista y sin duda, fue la decisión más acertada, ya que cada vez que llegamos al hotel era un verdadero remanso de paz. Por las mañanas, el hecho de tomar el café en el jardín escuchando los pájaros era una sensación impagable. Además de eso, las habitaciones son muy amplias, camas cómodas y excelente limpieza. Decoración sublime de todas las instalaciones. El desayuno bufet exquisito y el staff increíblemente simpático, atento y servicial. El 10 se queda corto... Volveremos sin duda!!