Hoteles cerca del Antigos Pacos do Concelho, Anha

Las estancias en el Meira siempre suponen una recarga de energía y buenas vibraciones, es como volver a casa. El desayuno es espectacular, las habitaciones muy cómodas y las superiores increíbles, en su piscina hemos pasado tardes inolvidables, la playa está a un paseo, la Palaza de la República...

Hotel situado en pleno centro histórico de Viana do Castelo, y cerca del puerto. Habitación confortable con mobiliario bien cuidado y mantenido. Muy bien decorada que hace que la estancia sea muy agradable. La habitación es silenciosa, dispone de mesa de trabajo, caja fuerte, pequeña nevera y hervidor de agua para cafés y tés que son de cortesía, al igual que una botella de agua. Baño con plato de ducha, quizás la única pega que le he encontrado pues al ducharte el agua sale fácilmente al suelo al no tener puerta ni cortina. Gel, champú y acondicionador todo en uno único bote de cortesía mediante dispensador. Cama grande con colchón bien cuidado y cómodo. Desayuno con variedad y calidad. Cabe decir que en el desayuno hay una persona tocando en directo el piano, y es fantástico. Spa incluido con sauna, baño turco, jacuzzi y cuello cisne, y pequeña piscina. Fácil aparcar gratuitamente en la zona del puerto ya que hay parking público, aunque encontrarás a alguien que te indicara dónde aparcar para sacarte unas monedas. Hotel para repetir sin lugar a dudas.

El hotel está bien renovado recientemente. Las instalaciones son un diseño agradable, sencillo y moderno. Nos quedamos en una habitación familiar con bunkers sobre la cama principal que los niños amaban. La piscina es grande con una hermosa zona de pasto/salmón junto al bar. La ubicación se encuentra a pie de la antigua ciudad con vistas al puente. Sí, está junto a una carretera bastante ocupada, pero no encontramos el problema. Hay una cantidad limitada de aparcamiento gratuito frente al hotel. El desayuno era un buffet muy agradable en el sexto piso. El servicio era amable y bienvenido. Por el precio pagamos un buen precio. No entiendo por qué este es sólo un hotel de tres estrellas, probablemente la falta de un restaurante. Definitivamente recomendado.

El hotel está en una,construcción con historia ya que es una de las más antiguas de Viana Cuando entras la zona de la recepción es espectacular con una escalera de piedra impresionante. Todo muy cuidado para conservar ese encanto de los años, pero bueno, en nuestro caso que la habitación era una habitación normalita, me pareció un poco oscura y poco acogedora, la cama un poco incómoda y el mobiliario pues...no se había dos butacones que no les vendría mal pasarles una aspiradorita de vez en cuando. Entiendo que quieran conservar el encanto, pero no es un museo es un hotel y podría ser un poco más cómodo. Opino siempre de la habitación estándar, imagino que las suites y los apartamentos que tb los hay serán mejores no lo sé. El hotel sin duda es un hotel con encanto, diferente, el personal de recepción muy agradable. Tema aparcamiento, creo que tienen un acuerdo con un parking próximo para tema precio. El restaurante del hotel, Letraria se llama, se pueden tomar hamburguesas, snacks, tapas y tienen gran variedad de cervezas artesanas. Lo que no me gustó mucho fue la zona del desayuno, es un comedor amplio pero para poder acceder al buffet tienes que subir unas escaleras donde también hay 4 mesas bajitas con unos sofás, que resultan un tanto incómodos a la hora de desayunar. Para lo que pagas y el hotel que es me parece un desayuno bastante normalito También comentar que vi dos detalles que no me gustaron nada y no me parecieron muy de profesionales, el desayuno es hasta las 10 y media y una señora pidió a una camarera bacon porque ya no quedaba y está le contestó que lo sentía pero que el restaurante cerraba a las 10 y media, la señora se sorprendió porque eran las diez y cuarto. Si el horario es hasta 10 y media no puedes dejar a tus clientes con carencias en el buffet un cuarto de hora antes, bueno pues al momento salió la camarera fuera y le dijo qie si que iban a hacer más bacon, bueno pues me sorprendió que le llevo un platito solamente para esa señora, cuando en el comedor seguía habiendo más gente y antes de y media aún entraron más personas(tampoco justifico esperar hasta el último minuto para entrar a desayunar, )pero bueno en todos lados aún acercándose a la hora de cierre reponen las cosas para todo el mundo y aquí no me pareció un buen detalle la verdad

Magnífica estancia en este hotel estuvimos una semana, un poco alejado del centro de Póvoa pero vale la pena la distancia solamente por las vistas que tienen las habitaciones enclavadas en lo mas alto del monte Sao Felix con vistas infinitas hacia la ciudad y como fondo el Océano. Camas comodas y habitaciones muy, muy tranquilas. Desayuno variado y fe calidad. Restaurante con una carta corta pero todo muy rico, el servicio también genial a destacar el Maitre magnífico profesional y siempre pendiente de los comensales un 10. Gracias también al equipo de recepción, en especial a Pablo por sus buenas recomendaciones de lugares a visitar. Una buena experiencia la visita a este Hotel

Eramos un grupo de 50 españoles en un circuito por el norte de Portugal durante la semana de Pascua. Nuestra estancia no pudo ser mejor: La habitación y el baño renovados, espaciosos y limpios, con un balcón amueblado con una pequeña mesa y dos sillas (Hab.128) El personal super atento y amable, a pesar del trabajo que puede dar un grupo tan numeroso. El desayuno INOLVIDABLE!!! Paraíso para los amantes de los dulces. Diariamente unos pasteles de Belem recién horneados, bizcochos, tartas... La cena era sencilla pero suficiente. No hay buffet, el segundo plato lo sirven los camareros. Volveríamos, sin duda. El hotel está a 10 minutos escasos de las playas.

Acabamos aquí de casualidad, recolocados por un overbooking en el hotel de origen. Después del disgusto inicial por los cambios de planes, el cambio fue todo un lujo. Torre de Gomariz es un hotel espectacular. Las habitaciones son un auténtico espectáculo. Una cama enorme y comodísima, un baño espectacular, la zona de la piscina y del bar preciosos. Todo invita al relax y al descanso, no pudimos probar el spa por falta de tiempo. Nos quedamos con ganas de pasar más días alli