Usuario invitado
19 de junio de 2022
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Personal: amable, servicial y amable, el personal era bilingüe por lo que podía entender inglés y holandés
Ubicación: fácil de llegar en autobús por el 397 desde el aeropuerto de Schiphol hasta el Museo Van Gogh y caminar 10-15 minutos o tomar el tranvía 3 el resto del camino.
Servicios: ofrecen múltiples consolas para elegir para poner en su habitación si le gusta eso y tiene un mini café / bar en el salón.
Limpieza: la ropa de cama y las toallas estaban limpias a la llegada, pero había una sustancia extraña manchada en la pared que no se limpió por alguna razón.
Lo recomendaría: si te gustan los juegos, es un excelente lugar para hospedarte y el precio no está mal. Hay una buena variedad de consolas y juegos para seleccionar, pero con las reseñas de otras personas y mi experiencia, no podría verificar qué tan limpia puede estar su habitación a su llegada.
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