Usuario invitado
12 de octubre de 2022
El domingo al volver al apartamento sobre las 19,30 horas, nos encontramos encharcado el baño y pasillo (tenemos fotos y videos), dejando la maleta mojada con toda nuestra ropa y zapatillas. Avisamos a recepción y el recepcionista nos dice que al ser por la tarde no puede hacer nada, dejará nota para que al día siguiente lo revise. Para los charcos nos da toallas. El lunes a las 20.30 horas al llegar al hotel volvemos a encontrar otra vez todo el lavabo, pasillo y parte del apartamento inundado. Al avisar de nuevo a recepción , nos comenta que al ser por la tarde no puede hacer nada y que dejara nota para que lo revisen a la mañana siguiente, para los charcos de la habitación nos entrega de nuevo toallas. Además de lo anterior y lo que realmente nos ha obligado a abandonar el alojamiento es la llegada la madrugada del domingo al lunes de un joven y una joven al apartamento contiguo, apartamentos conectados por una puerta interna. Su llegada fue alrededor de las 00.00 horas, Gritando y con la música a todo volumen. Al intentar hablar con ellos (sin éxito), bajé hasta 4 veces a recepción. La primera vez que mi pareja bajo para avisar del ruido, el recepcionista le explico que ya habían dado problemas realizando el check.in y que lamentablemente creía no poder ayudarnos. Al pedirle la hoja de reclamaciones, el recepcionista nos dijo que no era posible. Después de más de una hora escuchándoles todas las drogas que habían traído al apartamento y que se iban a meter, podíamos oír como esnifaban desde la habitación. Continuaban gritando y con la música alta. La segunda vez que bajo mi pareja a recepción, nos vuelve a decir que no puede hacer nada y que podría buscar una habitación libre al día siguiente si “aguantábamos” pero no podía asegurarnos nada ni ayudarnos en ese momento, y de nuevo, que no tiene hojas de reclamaciones, así que ni siquiera nos dan las hojas de reclamaciones. A las 3 de la mañana no solo era el ruido infernal, si no que mi apartamento con los niños era un submarino de porros, ya que el humo pasaba por debajo de la puerta que conectaba los apartamentos y no se podía ni respirar. Los niños despertándose cada dos por tres y yo abriendo la terraza para que saliera el humo y pudieran descansar algo. En esta ocasión soy yo la que baja a recepción y le explico que es denunciable, está prohibido fumar en las habitaciones y no entiendo como se permite hacerlo a estas personas. El recepcionista me vuelve a decir que no puede hacer nada y me da un mail de contacto para que envíe allí mis quejas. Envíe un mail en ese momento avisando que el ruido y la situación era insostenible, además de los gritos y los golpes continuos, pero jamas me respondieron. A las 5 de la mañana hemos decidido hacer las maletas y viajar de vuelta a casa ya que no quiero poner en riesgo la salud de mis hijos, sintiéndome además completamente desamparada en esta situación.