Casona de Labrada

Un rincón mágico en plena naturaleza La Casona de Labrada no es solo un lugar donde alojarse, es una experiencia inolvidable. Desde el primer instante, la acogida de Susana y todo su equipo desprende una mezcla perfecta de elegancia, hospitalidad y profesionalidad entrañable que hacen que uno se sienta como en casa, pero rodeado de un encanto difícil de describir. La habitación en la que nos alojamos fue impecable: limpieza exquisita, elegancia en cada detalle, y ese cuidado especial que convierte una estancia en algo único. Mención aparte merece el desayuno: abundante, variado y delicioso, con productos de calidad y una presentación que conquista. Y la cena, recomendada por Raquel, fue sencillamente magnífica, un auténtico viaje de sabores que refleja la esencia de la casa. En definitiva, la Casona de Labrada es uno de esos lugares que guardaremos en la memoria y el corazón y al que, sin duda, queremos volver. Un espacio donde la calma, la belleza y la calidez humana se encuentran para crear algo verdaderamente mágico.

El lugar es maravilloso: vistas increíbles, muy acogedor, moderno y en armonia con el entorno, con todos los detalles muy cuidados y buena comida, es perfecto para disfrutar. Además, Susana y Marina te hacen sentir como en casa. Hay mucho para visitar y hacer en pueblos a pocos minutos en coche (andando no hay nada, esta un poco aislado pero va muy bien el wifi) . Para llegar a la casona, tanto waze como google Maps nos guiaban por un camino más bien silvestre - por ahí no es, debéis volver y continuar por la carretera, pasar Conforto, hasta que veáis el cartel amarillo del hotel. El camino es algo más largo, pero perfectamente asfaltado y sin irregularidades hasta el mismo parking del hotel. Recomiendo este sitio sin dudar, había leído muy buenas reseñas y tenía expectativas. Ha sido todo un acierto y sólo puedo decir cosas buenas sobre nuestra estancia

Comida espectacular y servicio excelente . El lugar está alejado y el camino requiere de cierta orientación pero una vez allí el silencio es sobrecogedor y las vistas espectaculares .No hemos alquilado casa pero queda pendiente para otra escapada

Parece casi imposible establecer una relación precio-calidad que no deje por el camino la máxima máxima excelencia posible. Pues Casona de Labrada lo consigue en forma insuperable. Por proyecto. Por por la rehabilitación cuidada de un conjunto rural. Por la calidad y funcionalidad de las instalaciones hasta el más mínimo detalle. Por la atención del servicio. Por su restauración gastronómica. Por el ajardinamiento natural. Por su autenticidad. Por la calidad e los productos gastronómicos y la artesanía de su trato por la chef del lugar. Por su conexión con un entorno natural y un paisaje único. Por el sonido del silencio y la paz ambiental de todo el conjunto y su entorno. todo ello supera el 10/10 de cualquier viajero exigente (sobre todo experimentado). Pero si hay algo mas que destacar en puntuación de 11/10 es el trato personal de Susana y también de todo su equipo. Cercano. Elegante. Directo y con la sobriedad que da la perfección. Donde todo está en su punto máximo y nada se excede. La excelencia es posible y existe aquí. Enhorabuena. Volveremos muchas veces. Alicia y Carlos

Lugar encantador en un enclave impresionante, dirigido por Susana,no menos encantadora que que su establecimiento,cuidado y decorado con sumo cariño y gusto envidiable. Atenta en todo momento a tus necesidades te hará sentir como en casa.

Todo el hotel es precioso y decorado con mucho gusto Tanto las habitaciones como los apartamentos son preciosos, muy cuidados y confortables El desayuno muy rico El trato de Susana exquisito desde el primer momento, pendiente de todo y dando facilidades en todo momento Un detalle también y que agradecemos que tienen cargadores eléctricos para los clientes sin cobrar por ello Sin duda volveremos